miércoles, 14 de octubre de 2009

5:00 de la mañana; Sábado

Las vistas son preciosas. Es lo único precioso aquí.
Desde donde estoy ahora mismo veo todo el bosque. Millones de árboles verdes, preciosos y enormes, como gigantes, y un lago azul a la izquierda.
Por mi mente pasaron millones de pensamientos desagradables. Pensamientos sobre mis amigos, padres y chicos. Y pensé que ya nada valdría la pena. En este momento no me importa nada ni nadie.
En este momento solo quiero actuar sin pensar.
Mis piernas cuelgan del balcón.
Mis delgadas piernas colgaban de mi balcón.
Tengo la cabeza apoyada en la barra que me protege de saltar al bosque y escapar de aquí.
A mi mano derecha una caja de pastillas. A la izquierda un cuchillo, cogido tiempo atrás de la cocina.
Pensé.
Pensé en mi vida. En mi estúpida y miserable vida.
Creo que lo único que me ata a esta vida son mis pocos amigos... mis maravillosos y pocos amigos.
Cual seria la manera más rápida...
Cual seria la manera más rápida de librarme de este sufrimiento al que la gente llama VIDA.
Cual seria... cual seria la manera más rápida de morir...

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